En un partido que no fue de los mejores Superclásicos y con la mirada de el técnico de la Selección en el palco, Boca supero con buenas levantadas (individuales y colectivas) a un River que festejó antes de tiempo y cada vez más se hunde gracias a los errores del pasado...
El cotejo tardó 10 minutos en comenzar gracias a papelitos que fueron tirados por la dirigencia boquense. Así se llenó la cancha de estos. Y había que sacarlos de alguna forma.
El cotejo tardó 10 minutos en comenzar gracias a papelitos que fueron tirados por la dirigencia boquense. Así se llenó la cancha de estos. Y había que sacarlos de alguna forma.
El primer tiempo contó con pocas llegadas, que le bastaron a Boca para convertir el primer tanto. El gol fue marcado por Gary Medel, que aprovecho una jugada preparada que llevó adelante Riquelme. Vega se equívoco al esperar a la pelota y, al no salir a buscarla, dejó que el chileno aproveche la ocasión. Funes Mori tuvo en sus pies una chance inmejorable de empatar el partido, pero le pegó tan despacio a la pelota que le dio la oportunidad al arquero García de contener el remate.
Así el equipo de Alves se fue al descaso con una ventaja que, aunque no era abultada, dejaba tranquilos a los hinchas y al equipo.
Y se esperaba que River comience el segundo tiempo presionando y teniendo la pelota. Pero en ningún momento Los Millonarios comenzaron el partido. Gallardo lo único que hizo fue pelearse. Rojas pareciera que no estuvo... Funes Mori que otra vez no pudo concretar lo poco que se creaba. Ahumada no recuperaba ni una sola pelota. Astrada no tiene respuestas ni en el banco ni en la cancha.
En cambio, Boca sabía lo que quería y como hacerlo. Riquelme trasladaba muy bien la pelota. Gaitán acompañaba y picaba bien. La nueva defensa Xeneize marcó y contuvo. Y así se pudo aumentar el resultado, con una linda jugada colectiva y un golazo (otra vez) de Medel.
Lo único que faltaba era que Palermo meta el gol 219. la hacía completa y se cerraba el estadio. No pudo ser.
Los abrazos y alegrías entre Riquelme y Alves, la gente de Boca contenta y cantando y las burlas al clásico rival que cada vez más se tiene que preocupar por el descenso son las postales del final del partido. Por lo tanto:
Boca volvió a jugar. No sabemos si es solo por el solo hecho de jugar el clásico o lo hará más seguido.
Y River volvió a perder. No se encuentra el equipo y tampoco hay jugadores para hacerlo.
Boca pudo callar todas las críticas que tuvo durante el transcurso del torneo y justo con el "eterno rival", que, refundandosé desde diciembre, sigue empeñado en acumular tristezas.