En una fecha en la cual se registraron varias polémicas, la mano fue la protagonista de esta jornada. Colón, Boca y River sufrieron y/o aprovecharon de la mejor forma esta suerte. Quedan al descubierto las malas labores de los árbitros en lo que va del campeonato.
En el caso de Colón (que jugaba contra Estudiantes), Esteban Fuertes abrió el marcador del partido acomodando con el brazo la pelota para su posterior remate de zurda. El árbitro validó el gol. Mal. El partido terminó 1 a 1.
Boca por su parte encontró su primer gol gracias a "La Mano del Titán", que a diferencia del gol de Diego, la pelota buscó la mano y no viceversa. Así Palermo no tuvo la mejor idea que marcar un golazo de volea. Bien. Boca al fin pudo terminar un partido con su arco en 0, custodiado por Luchetti.
River: gran pase de Ortega para el delantero Funes Mori que (haciendo un movimiento con el brazo, claro está) baja la pelota lícitamente con el pecho y remata de derecha para que River pase a ganar un partido dificilísimo para ampliar su promedio. Beligoy estaba 30 metros por detrás de la acción y no dudó en sancionar la falta, sin cerciorarse con el lineman que no manifestó nada estando de frente a la jugada. Mal. También en otras jugadas debió pitar a favor de Godoy Cruz y en otras a favor de River, pero no hizo ninguna de las dos cosas.
Así el campeonato queda manchado por estas inoperancias de parte de los árbitros, que tiran una piedra y se guardan la mano en el bolsillo. Un bolsillo lleno de resultados robados.
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